Deaf Devils - "Deaf Devils" (2025)

Crítica: Deaf Devils - "Deaf Devils"

Sobre un radiante y agitado discurso eléctrico de acelerada distorsión discurren este ramillete de canciones que golpeán con riffs acelerados...

Por Jorge García.


He conocido recientemente al cuarteto valenciano Deaf Devils vía Exile SH Magazine y debo decir que, como atinadamente me indicó quien bien me conoce, el grupo iba a gustarme.

Efectivamente, la propuesta que este jovencísimo grupo pone sobre la mesa es de mi agrado, un señor mayor como el que suscribe que de un tiempo a esta parte ha decidido volver sobre sus más genuínos y seminales sonidos de mocería, por aquello de pelear contra el paso del tiempo y los estragos y cadáveres que suele dejar a su paso, tenía que conectar - de modo más o menos orgánico, o estratégico, no sé - con las sonoridades pletóricamente juveniles que explotan en las once canciones que entregan los chicos y la chica de Deaf Devils en este álbum debut de título homónimo.

Sobre un radiante y agitado discurso eléctrico de acelerada distorsión discurren este ramillete de canciones que golpeán con riffs acelerados, paseados a paso ligero y saturados de DHEA (bendita sea), estrofas bramadas a voz en cuello y despiadada dictadura rítmica a base de frenéticos golpes a los tambores y pellizcos a las cuatro cuerdas del bajo.

El metal de la voz de Lucyfer (la chica y cantante) mantiene, obviamente, intacto su brillo y transmmite frío tórrido o helado fuego según la ocasión. Pues aunque el disco no plantea ningún tipo de armisticio al oyente en clave de balada o medio tiempo sobre los que negociar, lo cierto es que sobrevuela un hieratismo que se desliza con la frescura juvenil - prerrogativa de la edad de los oficiantes - haciendo el parlamento sónico y musical fluído y en cierto modo, terso.

En cuanto al cancionero me mantendré prudente y solo me referiré a lo incluido en este debut en larga duración, pues desconozco tanto los precedentes singles como un EP tiutlado "Boom" aparecido el pasado año.

Algunos temas con fijaciones más detonadoras en su estilismo afectado por el punk como "Getaway""The deal" o "Lucyfer" en clave metalera y stoner, son posiblemente los instantes que más me gustan, junto con algunas piezas de un convulso Hard-Rock, con la inmortal soflama demoníaca y atea como pardigma literario, y el empuje del sexo a flor de piel que invita a cantar y sudar, aspectos que no deben faltar en un canto insolente y audaz como el que aquí se articula.

No se pierdan temas como "Parental control", "Tonite", "Dancing with the devil" o "Gates of hell" que vibran y hacer vibrar. Ácido sulfúrico para las terminaciones nerviosas y zumo de espejismos para curar las crisis propiciadas por la fecha que marca la edad en el DNI.

El rock and roll no solo no muere, para pasmo de los agoreros que llevan desde los setenta anticipando la defunción de la música del diablo, de hecho se sigue perpetuando gracias a las nuevas generaciones que llenan de las necesarias endorfinas los nuevos discos y conciertos de rock. Deaf Devils ponen su granito de azufre en este escuadrón de resistencia que somos los amantes del rock.

Se recomienda visitar la reseña que sobre este mismo disco escribió Juanjo Mestre en Exile SH Magazine.

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