Melodías de fuerte pegada aderezadas con trompetas y violines para dar un cromático tono fronterizo, morfología country y folk en los tiempos medios…
Por Jorge García.
Por regla general, lo que uno imagina escuchando la música – y más aún viendo su actitud y pose sobre el escenario – de una banda como los tejanos Vandoliers, son imágenes de interminables barras atiborradas de botellas de cerveza, largas llanuras recorridas en moto, febriles noches de alcohol y sexo o feroces peleas a puñetazos en el aparcamiento de cualquier tugurio de carretera.
En cambio, el nuevo álbum del grupo tiene un leitmotiv – al tiempo de reivindicación y canto de igualdad – totalmente diferente, y no parece que empaste mucho con el country-rock de tono fronterizo y pellizcos punk que practican.
Titulado "Life behind the bars", nos habla de una vida tras los barrotes de la intolerancia, la homofobia y la transfobia que en muchos lugares aún – y en otros recuperando tan execrables posicionamientos carácter de ley – son común denominador de una parte de la sociedad en pleno proceso de putrefacción.
Durante la gira americana de la banda en 2023, les tocó actuar en el estado de Tennessee, donde había sido aprobada una ley transfoba anti-drag. Esta infamia provocó al grupo, cuyos miembros aparecieron sobre el escenario ataviados con vestidos de mujer y maquillados. Aquello se hizo viral y a consecuencia de ello, el cantante del grupo Jenni Rose dio un paso al frente compartiendo su identidad de género públicamente. "Life behind the bars" es la consecuencia musical y artística de aquellos sucesos y aquellas respuestas plenas de dignidad y valor.
Y como si se tratase de una hoja de ruta de lo acontecido en la vida de Rose desde entonces, se desarrollan las diez combativas canciones del estupendo "Life behind the bars".
Produce el álbum Ted Hutt y acompañan y dan fuerza a los textos y a la voz de Jenni Rose: Cory Graves (teclas, trompeta), Trey Alfaro (batería), Mark Moncrieff (bajo), Travis Curry (violín) y Dustin Fleming (guitarra).
El resto es sencillo, seguir viviendo en pos de la normalización de todos como iguales y dar al PLAY para escuchar canciones que suenan a lo que también suenan discos precedentes de Vandoliers como el excelente "The Vandoliers", datado en 2022, con el que se dieron a conocer en España y del que en su día hablamos AQUÍ.
Melodías de fuerte pegada aderezadas con trompetas y violines para dar un cromático tono fronterizo, morfología country, latiendo el folk en los tiempos medios y una cierta actitud punk que queda implícita en el fondo más que en la forma.
Canciones como el single de título homónimo que da carta de naturaleza a todo lo comentado en los primeros párrafos o bucólicos medios tiempos como la preciosa "Valencia" donde nos hablan de un amor prohibido con el cálido acento de la trompeta; la festiva pieza "You can´t play with the lights on" que interpretan junto a Joshua Ray Walker y Taylor Hunnicutt o la perversa historia sobre la juventud dolorosa de Rose en "Bible belt". Estos son cuatro de diez motivos para no perderse "Life behind the bars".
La música y la justicia social enraizados y encadenados en un trabajo donde los sonidos que siempre han alumbrado a Vandoliers no se hacen los encontradizos y provocan una hipotética contradicción que no es tal en la voz de Jenni Rose, y que lanzan, como un mensaje de esperanza amarrado a las zarpas de una paloma de la paz, su justa exigencia a golpe de relato y ganas de pelea contra el fascismo. Escúchenlo.
Reseña publicada el pasado 12 de julio de 2025 en Exile SH Magazine.
Comentarios
Publicar un comentario