A rebufo del ejercicio de estruendo distorsionado y energético del sonido de Detroit, con mirada fija a referentes como The Stooges o MC5, se une la actividad propia y cuasi visceral que mana de su tierra...
Por Jorge García.
Continúo, o al menos lo intento, con la promesa hecha hace doce meses, consistente en hacer pasar por el blog a grupos o solistas que nunca antes habían ilustrado las páginas de Rock and More.
Una de esas bandas, cuya ausencia en esta bitácora durante todos estos años no es fácilmente explicable, es sin duda la organización australiana Asteroid B-612, de cuyo álbum de debut, fechado en el año 1993 y publicado bajo título homónimo, vamos a hablar hoy.
Pero antes de analizar lo que se oye, es conveniente hacer un breve resumen a propósito de los precedentes al mismo: Asteroid B-612 fue una banda australiana compuesta en aquella primera intentona discográfica por John Spittles (guitarra), Grant McIver (voz), Michael Gibbons, quien pronto cedería su pueto al clásico Stewart 'Leadfinger' Cunningham (guitarra), Scott Nash (bajo) y Ben Fox (batería).
A rebufo del ejercicio de estruendo distorsionado y energético del sonido de Detroit, con mirada fija a referentes como The Stooges o MC5, se une la actividad propia y cuasi visceral que mana de su tierra, donde se alinean a otra formación aussie clásica y esencial como Radio Birdman, sin que esto signifique que Asteroid B-612 no tuviesen su propio sello, personalidad y ADN sónico y definitorio.
Cierto que nunca ocuparon el lugar al que otras marcas se aúparon dentro del escalafón de bandas guitarreras que orbitaron en torno a ciertas etiquetas a principios de los noventa, aún siendo superiores a la práctica totalidad de las mismas. No obstante, su legado queda en la categoría de sagrado y exclusivo, como una nota de luz y brillo sobre el telón negro que separa un video de otro en la MTV.
El contenido de aquella ópera prima, por la cual el tiempo no es capaz de influir de manera erosionadora o en términos de envejecimiento, es el conglomerado sónico resultante de la fusión de Punk, Hard-Rock, Metal, High Energy o Proto-Punk... Palos estilísticos que son administrados de manera uniforme y equilibrada por el productor Dave Thomas (guitarrista de Bored!), que conjuga para su sello de reciente creación Destroyer todo el potencial que las diez composiciones de este debut poseen, dando al conjunto un tono underground no desprovisto de cierto acerado y fibroso lirismo.
La contundencia no exime de la cuidadosa ejecución musical, pletórica y pasional, sin dar tregua a una acción rotunda y determinada que incide en temas más adheridos al estado de Michigan como "Hate Me Honey", más asfálticamente aussies como "Gasoline" o de reptante belleza eléctrica como en la extensa y soberbia "Undertow".
El debut de Asteroid B-612 es un trabajo imprescindible (el resto de su discografía no le va a la zaga), que permanece en un segundo plano que, si bien no hace justicia a la calidad de su contenido, le eleva hasta ese púlpito de elegido para la gloria eterna de los justos y discretos que tanto gusta a muchos. No obstante era un disparate que esta estratosférica formación australiana no hubiese pasado aún por aquí, prometo volver sobre ellos pronto.
Ya sabes que soy fan rendido, Jorge, uno de mis grupos favoritos en general, y, como dices, superior a casi todas las bandas de rock de los noventa. Me ha encantado esta frase de tu entrada: "No obstante, su legado queda en la categoría de sagrado y exclusivo, como una nota de luz y brillo sobre el telón negro que separa un video de otro en la MTV", qué manera tan hermosa de expresar lo que fue Asteroid B-612. Ahí sigue Johnny Casino, por cierto, haciendo discazos como "High Stone".
ResponderEliminarUn abrazo.