Mott the Hoople - "Mott" (1973)

Crítica: Mott the Hoople - "Mott"

...Mott the Hoople entrega nueve composiciones absolutamente bendecidas por las musas y santificadas por un trabajo en el estudio absolutamente perfecto.
Por Jorge García.


En el año 1973, Bowie culminaba por sorpresa, y lo anunciaba desde el escenario, un inolvidable periplo por un andrógino universo glam/arácnido que le llevó al lugar sagrado de los inmortales; T. Rex vivía su edad dorada gracias a un glam salpicado con sofisticados ramalazos Hard-Rockeros, Psicodélicos e incluso Funkys; Roxy Music por su parte, estaban en un vertiginoso y (por supuesto) glamouroso despegue hacia la gloria, que la salida de Brian Eno no pudo frenar.

En este suculento enjambre de sonidos adornados por el dorado tono de la sofisticación, los hercúleos riffs de cobriza distorsión y la efectista textura en lo vocal, y también en cuanto a ambientación y refinamiento, propia del Glam-Rock, se había instalado y ocupado un lugar preeminente un año atrás la banda inglesa Mott the Hoople.  

Si en 1972 atravesaron los abigarrados pórticos del Glam de la mano de David Bowie, quien regaló al grupo de Ian Hunter el single de éxito "All the young dudes" para que de paso diese título a todo un álbum que el mismo produjo, en 1973, Hunter y sus compinches tomaron los controles y con voluntad continuista, y ya sin la compañía del Duque Blanco, facturaron el soberbio "Mott" que nada tiene que envidiar a "All the young dudes".

Zafándose en los barrocos contornos estilísticos del Glam, que movía masas en la época, sin desviarse ni pretender descubrir bifurcaciones con que distinguirse, y con la - por momentos - imprescindible presencia del saxo del miembro de Roxy Music Andy MacKay, Mott the Hoople entrega nueve composiciones absolutamente bendecidas por las musas y santificadas por un trabajo en el estudio que solo se puede tildar de perfecto.

Desde el tema inicial "All the way from Memphis" que garantizó las ventas y la continuidad del grupo en el vértice superior de la pirámide del éxito, hasta la extensa y dual composición del guitarrista Mick Ralphs, "I am a Cadillac/El camino dolo Rosso" pasando por el colofón de clara inspiración Dylaniana "I wish I was your mother", "Mott" se distingue como un disco enorme y en mi humilde opinión, el mejor de la etapa Glam del grupo.


Continúo con este escrito el goteo de reseñas sobre álbumes de bandas que incomprensiblemente nunca habían pasado por el blog, Mott the Hoople debo decir que es una de mis preferidas y confieso que me siento feliz de que por fín tenga su lugar en esta casa. Como siempre me ha parecido que no gozan de la popularidad que su histórico musical merece - En España - sería estupendo que esta perorata sirviese para que algún recién llegado se anime a conocer a este referente incuestionable.

Comentarios

  1. Cuando algo es tan obvio solo se puede decir que pienso lo mismo que tú. Mott The Hoople nunca fue tan sonado como otros pero en mi humilde opinión uno de los más grande en la Música que hacían. Solo saborear el talento de los miembros del grupo para saber por qué llegaron hasta donde quisieron.
    Un Placer la lectura de tu entrada,
    Un Abrazo

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    1. Gracias por tus palabras, ciertamente no son los más populares por aquí, pero desde luego son unos favoritos en esta casa.
      Abrazos

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  2. Estupenda reseña, Jorge, sobre un disco (y un grupo) magistral. Ya sabes que yo también soy de Mott The Hoople (y de Ian Hunter, por supuesto). El siguiente, "The Hoople", también será muy bueno pero algo inferior.

    Un abrazo.

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    1. Se que tú también los reivindicas como se merecen. El siguiente y por supuesto el anterior, son efectivamente estupendos, cierto que mi favorito por poco, es este.
      Un abrazo.

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  3. Veo a los Mott como una feliz continuación, no tanto en lo estilístico aunque si en el escenario, de gente como Small Faces, los Kinks de "Face To Face", los Faces de "Ooh La La"; incluso me atrevería a continuar la saga comparativa incorporando aquí a intérpretes como Steve Marriott, Rod Stewart e Ian Hunter, todos ellos auténticos prodigios entre las tablas. Bandas y artistas que, salvo los de Muswell Hill en algún momento concreto de su carrera, tuvieron mucha repercusión a ambos lados del Atlántico.
    Los Mott suponen el toque glam más roquero, menos de lentejuelas (aunque las hubo), más y mejor ligado al influjo funky y soul americano, todo ello apelmazado por unos músicos de primera categoría, Hunter, Ralphs, Allen, Overend Watts, Griffin, su formación clásica.
    No suelo hacer distingos entre sus álbumes, todos me gustan al mismo nivel compositivo, tanto de diversión, baile como de charleta con los amigos hablando de sus mil historias, las más interesantes de ellas centradas en aquel prodigioso "All The Young Dudes"
    Abrazo,
    Gran grupo que haces muy bien en reivindicar.
    Abrazo.

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    1. Pues lo has explicado muy bien, glam pero también rockeros, no perderse su primera etapa y sobre todo grandes músicos. Hace unos ocho o diez años pude ver a Hunter y estaba en una forma impresionante.
      Un abrazo.

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