Tras una semana con mil y un frentes abiertos, lo que más apetece cuando llega el fin de semana es un poco de tranquilidad, olvidar los problemas y buscar en lo cercano y conocido la clave del descanso.
Una de esas claves la encontramos en la lectura, otra evidentemente en la música. Así que la mañana del domingo es apropiada para ocupar el tiempo en ambas actividades, un rato de lectura y unos discos sobre el plato.
Y siguiendo la estela de relajo que digo estar buscando, el disco que haga los honores a la fotografía dominical de hoy debería, en buena lógica, seguir este sendero y objetivo.
Aunque un servidor es más proclive a las distorsiones que a las acústicas, hay días que estas últimas tonadas de sonoridades desnudas, son lo que mejor sienta.
Y en este sentido, hay un artista canadiense llamado Doug Paisley, que si bien sus últimos álbumes me aburren soberanamente, hace unos años publicó algún trabajo francamente notable, con sonidos acústicos, letras bucólicas y melodías ciertamente relajantes y bellas.
En 2010 publicó el que posiblemente sea mi disco preferido suyo, un hermoso cancionero titulado "Constant Companion" en el que se encontraba una preciosa canción que hacía años que no pinchaba y que esta mañana está volviendo a sonar, se titula "No One But You".
¡Feliz domingo!
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