Redd Kross - "Phaseshifter" (1993) - Mis discos de los noventa.



 Se trata, una vez, más de un imprescindible trabajo rebosante de energía y melodías donde atacan, furibundos, con poderosos ramalazos guitarreros y antológicos estribillos...

Los angelinos Redd Kross llevaban un buen puñado de años haciendo vibrar a la parroquia con su explosiva combinación de power-pop, glam, punk-rock, hard-rock y referencias sónicas y melódicas a los años sesenta y setenta.
A nadie podía extrañar en 1993 que los hermanos McDonald se sacasen de la chistera un disco como "Phaseshifter". Se trata, una vez, más de un imprescindible trabajo rebosante de energía y melodías donde atacan, furibundos, con poderosos ramalazos guitarreros y antológicos estribillos, sin perder geometría y contundencia en sus composiciones. Temas como la soberbia "Monolith", son un ejemplo claro de lo que intento explicar.



Por primera vez en su carrera la banda decide producir el disco ellos mismos, y tal debido al ruido de fondo en aquellos primeros años noventa, lo cierto es que si la etiqueta 'grunge' se puede prender de la solapa de alguno de sus discos, sería sin duda de "Phaseshifter", sin que esto quiera decir que el disco pueda ser inscrito en la nómina de discos del citado género.
Además los hermanos llegan a la grabación de este álbum secundados por una formación totalmente nueva que refresca alguna de las coordenadas sónicas y estilísticas de la banda, es de recibo destacar la impactante labor del guitarrista Eddie Kurdziell.
No negaré que es el disco con que me sumergí en su música, y que si bien, tal vez el disco no esté diseñado para cambiar el mundo, a mi juvenil vida le dio un buen meneo.
El disco fue lanzado con el single "Jimmy's fantasy", poderoso tema con estribillo que recuerda a los primeros Cheap Trick, que abría el elepé, y para el cual grabaron un estupendo vídeoclip con el ínclito Jason Lee como protagonista, cuando éste aún se dedicaba al skate y no se había hecho popular gracias a la serie de éxito: "Me llamo Earl".



Pero todo el disco está saturado de temas radioactivos, que se pueden engullir de un solo trago y digerir sin pesadeces ni ardores, más bien diría que queman calorías y mantienen las meninges jóvenes y lozanas.
Dar un trago a estos temas es como meterse al gaznate diversos espirituosos, pero con burbujas, y luego tragar fuego, una experiencia de total subidón.
Prueben lo que digo escuchando y sintiendo coplas como: "Lady in the front row", el tema de esencia Kiss, "Crazy world", la ardorosa "Dumb angel" o la hardrockera "Huge wonder"...
Redd Kross llegan a mi vida en 1993 y decidimos, entre ellos y yo, que se quedan, pues ofrecen una oportunidad única para recordar, a pesar de los achaques de los años y las emboscadas de la vida, en qué consiste exactamente eso del rock and roll, por eso "Phaseshifter" es uno de mis discos de los noventa.

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