Concierto: Havoc, Bilbao, 15/06/2017 - Kutza Beltza (Kafe Antzokia)


No es la primera vez que diré que "Amado líder", último trabajo de los donostiarras Havoc, es sin duda uno de los discos que más me está gustando -e incluso impactando- en lo que llevamos de año.
Usando sus últimas canciones como palanca, he ido extrayendo del pasado antiguas canciones y discos, confirmando que lo de "Amado líder" no es ninguna casualidad. 
Pero lo cierto es que no había tenido la oportunidad de ver su directo. Así que confieso que el de anoche era uno de los bolos más esperados de la temporada para un servidor.
Así que con muchas expectativas, nos congregamos unos cuantos en la Kutxa Beltza -sala superior y más reducida del célebre Kafe Antzokia- para, al menos en mi caso, continuar recibiendo agradables sorpresas por parte del cuarteto donostiarra.


La música de Havoc no me parece propicia para soltarla a bocajarro, o como se suele decir: "a saco". En ella abundan sutilidades, y aunque parezca de tono tenue y victoriana, encierra una fuerza en las guitarras que estaba deseando comprobar como se desarrollaba en directo.
Tras el concierto debo decir que se desarrolla como una auténtica tormenta eléctrica, (recordaron en ciertos momentos, y salvando las distancias, a los Crazy Horse más endemoniados), poderío y contundencia, la que le imprimen a sus instrumentos Jon Vidaur y Pedro Gracia Pérez de Viñaspre, pero sin perder el aspecto tenue, elegante y sutil que comentaba.

Se edifican las canciones desde la solidez de una base rítmica de muchos quilates, pues tanto José María Lluch al bajo, como Andoni Etxebeste a la batería propician un ritmo de enjundia cósmica, que hace de soporte anticataclismos para cada una de las composiciones.
También había curiosidad en comprobar si la elasticidad y timbre vaporoso de la voz de Pedro se sostenía en directo, cosa que hace con tranquilidad y sin crispaciones: ni en tesitura, ni en fraseo. Notable en este aspecto también.
En resumen, que no es a estas alturas de la película, sencillo verse sorprendido por la propuesta en directo de casi nadie, pero Havoc lo han conseguido. El secreto: la fuerza, la descarga eléctrica y la cohesión que insuflan a los apartados instrumentales, aunada con el mantenimiento de melodías y tono lírico y poético, con vocalidad exquisita, como si de una descarnada y furiosa versión de la poética del estudio se tratase.

El setlist, presentaba (lógicamente) "Amado líder", del que sonaron por orden (si no me falla el coco): "Cometas" para romper el hielo; el segundo single del Lp: "Siberia"; el tema que lanzó el disco hace meses y con el que llamaron mi atención: "Cosas", la introvertida: "Explicarnos"; "Sabotaje", tema que finiquita el disco y que fue la que más me impactó en la tarde de ayer; la vertiginosa: "Amanecer" magnífica también; "Fluor"; y "Será" con expectacular altercado sísmico sobre el escenario.
Se intercalan: "Frenesí", "Un día", "El golpe", "Hélices" y "Lo nuestro" del anterior -y también estupendo- "Lo saben los narvales", que empastan perfectamente con las canciones nuevas.
Por dar una nota menos positiva, un servidor echó de menos: "Oh master", uno de mis cortes favoritos de "Amado líder".
Esto se tiene que repetir, y si es posible, de nuevo en sala, y advertidos de lo que se nos viene encima, para mojar y bailar el evento como lo merece. 
Esta vez si: una gran noche de rock.

Comentarios

  1. Cada vez me gustan más los conciertos en sala que en espacios abiertos. Tienen más encanto.

    Me alegro de que disfrutaras.
    Un abrazo!

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    1. Si es cierto, con los años uno va prefiriendo la sala, el sonido y la cercanía. Esta semana voy al ARF, testaremos nuestro actutal comportamiento en festi jaja
      Un abrazo.

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