Azkena Rock Festival - Viernes, 23/06/2017 - Gasteiz.

Hellsingland Underground

Lo único que me parecía relevante decirme a mi mismo esta mañana al abrir los ojos, es que 'ya no estoy para estos trotes'. Y es que me parece perfectamente aplicable la metáfora aquella de: me siento como si me hubiese pasado un camión por encima. Pues los huesos se quejan como si hubiesen sido triturados y los músculos como si el aplastamiento los hubiese dejado, al menos temporalmente, inutilizables.
La tarde noche festivalera de ayer se terminó haciendo larga, para qué negarlo. Y aunque motivos para el disfrute, e instantáneas para guardar en la memoria -archivo de cosas buenas- no faltaron, todo lo contrario, casi doce horas de patear bajos de escenario, empieza a ser demasiado para este que suscribe.
Obviemos pulseras, colas, mala comida (joder con el perrito caliente), precios de consumiciones y camisetas etc, etc... y centrémonos en lo importante: los conciertos.

The Godfathers

Empezaba la tarde con mis adorados The Godfathers: viene siendo un clásico que el que abre el festival en su escenario principal, tenga que pagar la novatada del acoplamiento del equipo. Así, lo que en otras ocasiones tuvieron que sufrir Eels o Blue Öyster Cult, ayer lo sufrieron los padrinos del rock.

Problemas de sonido que fueron solucionándose según avanzaba el bolo. Pero los coros apenas se escuchaban y el conjunto sonaba un tanto opaco, como cerveza sin espuma (la cerveza era Heineken, por cierto). Aún así Godfathers, con Pete Coyne a la cabeza pusieron furia y entrega, y desplegaron temas de su último disco: "Big bad beautiful noise" que combinaron con clásicos incontestables, ya saben: "Cause I said so", "She gives me love", "Walking talking Johnny Cash blues", "Love is dead", "I'm unsatisfied", y por supuesto: "Birth, school, work, death"... Los fans hubiesemos preferido otro horario, pero lo cierto es que disfrutamos del primer bolo del festi con una banda mítica.

Tygers of Pan Tang

Turno para inspeccionar el terreno: paseo hasta el escenario dos: Gregg Allman y Sharon Jones, y vuelta al principal dedicado a Chuck Berry y Chris Cornell donde The Shelters no consiguieron retenerme. Finalmente pasé un entretenido rato con Tygers of Pan Tang y su clásico y manido metal, bien interpretado y pletórico de estribillos en el tercer escenario dedicado a Greg lake y Javi Ezquerro (mala cosa que ahora los escenarios rindan homenaje a dos músicos desaparecidos en lugar de uno como antaño, en fin).

Cheap Trick

Cheap Trick es una auténtica apisonadora. A pesar de no contar con el enorme batería que era Bun E. Carlos, el hijo de Rick Nielsen -menos histriónico que en otras ocasiones, pero tan inconmensurable guitarrista como siempre- Daxx Nielsen no hizo que se le extrañase, y creó una base rítmica demoledora junto a uno de los bajistas más talentosos de la historia de este negocio: el gran Tom Petersson que no se descolgó su legendario bajo de doce cuerdas.
Por Robin Zander no pasan los años, ni en cuanto a su aspecto, figura, ni mucho menos en lo que a su voz respecta, absolutamente impoluta. 'El hombre de las mil voces' sigue siendo uno de los mejores vocalistas de siempre jamas.
Versiones ("Ain't that a shane"), inicios beatlemanos, y repertorio con presencia de clásicos que terminaba con batería de éxitos: "I want you to love me""Dream police" y como no, "Surrender". Absolutamente bestiales.

Hellsingland Underground

Cena, encuentros con gente amiga que siempre mola, cháchara y a por Hellsingland Underground.
Se despacharon los suecos un concierto de mucha consideración. Con un guitarrista excelente y su estilo claramente apegado al Springsteen de los primeros setenta, salpicaron temas que iban acumulando público y elogios según llenaban el espacio de rock y actitud. No es la primera vez que me da la sensación de que un cantante más intenso les vendría genial, pero fue un gran, gran concierto.

John fogerty

John Fogerty es un gigante. Presenciar un concierto del gran jefe de la CCR es algo más que una experiencia o un privilegio -es ambas cosas-, es además un viaje en el tiempo, un magisterio sobre la historia de America y por consiguiente del mundo durante una época de guerra, amor, paz, lucha, sueños y rock and roll.
Nos traslada a 1969, cuando Creedence Clearwater Revival irrrumpen en la vida musical y social de los americanos. Se empapa de aquél espíritu, y apela a la ética de la banda madre, colocándonos súbitamente en las laderas de Woodstock, cuando la lucha era un motivo para creer en el futuro (como ahora, pero al revés).

Banda gigantesca, guitarrista sobrecogedor, repertorio inigualble (salvo por unos pocos, poquísimos), profesionalidad, pelea, y esa magia que tienen algunos grandes que a pesar de los años, los éxitos y el cansancio, se les sigue viendo disfrutar en el escenario... ese es John Fogerty.
Obviamos que la voz del maestro no es aquel trueno que carraspeaba, haciendo llover arena por su laringe; que los años se han cobrado la gloria del californiano, en las aristas de su timbre sin igual (aunque reconocible, es más liviano) y que su registro está más justo; pero se mantiene el fraseo, la intencionalidad y el aura mágica e inexplicable que solo tienen los dioses de ésto.
Quedaron momentos para guardar en la memoria... hasta el final.

Hellacopters

El cansancio pedía lo suyo, pero aguantamos un poco más. No me gustaron Hellacopters. Soy fan del grupo desde siempre, pero da la sensación de que el proyecto ahora mismo no es musical, y los acontecimientos recientes no ayudan. En definitiva, les sentí como una caja de música, ¡con el piloto automático vaya!.
Así que no lo ví entero y maté la noche disfrutando con Dani Ne-Lo y sus estupendos Mambo Jambo. Energéticos, divertidos y con esa actitud circense (esto es un alago) que tienen estos combos...¡Qué grande es Ivan Kovacevic, al contrabajo!

Mambo Jambo

Y con ese inmejorable sabor de boca nos retiramos, pasaban las tres y cuarto de la noche y un servidor empezaba a sentir el camión acercarse para aplastarme.
Este año, solo viernes, pero por la intensidad, y el estado actual de mis articulaciones, casi mejor.
Como cada año, el Azkena es una cita imprescindible y un festival muy especial.

P.D. Un honor de enorme magnitud haber pasado la tarde/noche festivalera con mi amigo Imanol Lopez. Gracias.

Comentarios

  1. Y vaya que los años hacen extragos compañero... Conseguí aguantar las dos jornadas, pero al final de Chris Isaac el cuerpo ya no me funcionaba más, ni en piloto automático siquiera para encarar el último asalto The Cult y Wyomin y los Insolventes... Un placer siempre disfrutar de un festival como el Azkena, en el que el protagonista es el rock and roll, como nos recordaron los Goodfathers o los prometedores SCR... Recargando pilas ya para la próxima cita: Huercasa Country Festival...

    Un abrazo.

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    1. El ARF es diferente, es otro rollo. De haberlo sabido nos habíamos visto hombre, y nos hubiesemos visto un concierto juntos con una cervecita.
      Los putos años Aurelio.
      Un abrazo.

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  2. Bueno Addison, que envidia me has dado pero el año pasado a mi también me pasó factura y no me he animado a repetir. Los festivales es lo que tiene, son mas durillos y hay que pensárselo.
    Muxus!

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    1. Los años pasan y se cobran su precio. Pero te garantizo que el año que viene estaremos allí. Eso si, el camión cada vez será más grande y pesado me temo jaja.
      Estuvo muy bien, como siempre.
      Muxux.

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  3. Te entiendo perfectamente Addi, los años no pasan en balde, a pesar de que la propuesta del macro festival sea todo lo atractiva que quieran. Lo de la comida y bebida, los precios, las colas, la marabunta, al final todo apunta a un ejercicio de masoquismo que solo se salva por el amor grande e imperecedero al rock. Lo sufrí el año pasado con el MadCool y no vuelvo a repetir, lo juro. Prefiero un festival mucho más reducido y, con muchísima diferencia, una sala tirando a pequeña, donde me pueda apoyar en la barra y a gozar.
    Abrazos,
    JdG

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    1. Desde luego Javier. Cada vez los bolos en sala, cerquita de la barra, con cervecita fresca y cerca de casa son más apetecibles jajaja.
      No obstante para algunos degenerados es imposible eliminar ciertas cosas de sus vidas, el rock and roll principalmente.
      Un abrazo.

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  4. Yo aguante las dos jornadas y dí el resto en The cult pero he de decir que 3 días despues aún me duele todo , el año que viene nos tomamos unos Txacolis en cuchillerías si o si....Porque a Azkena vamos!!!!

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    1. Hombre!!! El año que viene nos pilla sobre aviso. Nos vemos por ahi fijo. Cada año cuesta más, pero seguimos en el lío, y seguiremos.
      Un abrazo.

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