La Banda Trapera del Río - "La Banda Trapera del Río", 1979.

Todavía flotaba en el aire el viciado y empalagoso aroma del miedo, el nocturno y ruidoso silencio de la nerviosa mirada hacia atrás, en cada esquina de los barrios mal alumbrados de los extra-radios, en busca de las temibles botas de los agentes del régimen avanzando hacia quien se desliza cual serpiente por las arterias de la ciudad, eufórico tras los últimos sones de "La Internacional" entonada emotivamente al final de la reunión clandestina de cada jueves.


Seguían los temblorosos comentarios susurrados entre vecinos, que temerosos estiran la cabeza por el hueco de la escalera recelosos de la existencia de oídos chivatos agazapados en las sombras de algún descansillo húmedo y traidor.
Aún se asistía con temblor en las piernas, a la retransmisión de un NO-DO que sin ser ya necesario, si seguía resultando para muchos amenazador y embustero, orientador de odios y temores, propiciador de pesadillas y angustias, y que teñía de blanco y de negro los rostros desencajados de unos espectadores, ansiosos de contemplar, tras el noticiero, los senos, entonces reales, de las reinas del destape.
Los bigotes que hicieron temblar la libertad durante cuatro décadas, con la imposición de su caqui y su tricornio, continuaban bebiendo gratis el café del bar de la esquina, cuyo dueño hacía años que desterró de su mente antiguas ideas progresistas que terminaron perdiéndose entre el serrín que cada mañana esparcía por el suelo tras el fregado.
Era 1978 y el verde y alfombrado parterre que hacia de sendero hacia la luz y el aire puro era, para muchos, un abrupto y empinado camino que ya no apetecía transitar, o tal vez no había valor para intentarlo...demasiados años intentando pasar desapercibido en la verbena de represión asimilada y rosarios impuestos, demasiados años de cabezas gachas y rodillas ensangrentadas.


Pero una nueva generación tomaba las calles, los bares y los cines, los modernos bolígrafos, tachaban con su sangre joven los beatos artículos que deshonraban a la profesión, y que escritos con la vieja pluma Parker obsequiada por tal o cual alcalde franquista en pago a tanto artículo humillado y entregado, empezaba a no encontrar corazón de tinta para recargar su miseria y podredumbre. Nuevas y juveniles voces apartaban a las caducas y abotargadas damas del régimen que durante lustros entonaron, altivas y vejadas, sus coplas a mayor gloria de un auditorio de barrigas y vileza combinados con joyas y uniformes.
Entre esta nueva ola de jóvenes que ansiaban tomar el relevo había de todo, coloristas y osados vanguardistas, serios y prepotentes universitarios que borran de sus peinados sus antecedentes franquistas y se peinan de europeos y liberales, esperanzados trabajadores en busca del amor sexual de su novia que ya no tiene pudor, ya no tiene miedo...y por haber, había gente como estos tipos que hoy plantan su altivez reaccionaria en esta casa.
Tras una niñez de desilusiones, y una juventud de desesperanza y de tardes mascando la rabia de ver a sus padres derrotados en el sofá de sky, resignados a las apreturas, a las estrecheces y a la felicidad simple y vacía de viernes de Un, Dos, Tres, sábados de Aplauso y domingos de Estudio-Estadio, los nuevos aires de libertad y esperanza llegaron a Cornellá y a otros barrios obreros del país, y allí revolvieron las cabelleras de los mozos y mozas, que hartos de paisajes de fachadas negras, jalonadas de balcones de piedra y hierro habitados por bicicletas oxidadas y bombonas de butano en un agresivo y deprimente primer plano propio de film de DeSica, emborracharon sus mentes y sus corazones de una febril necesidad de vomitar la fealdad que había regido sus pocos años y disparar odio y rabia contra todo y todos, contra los que habían echo de sus padres los zombies que hoy eran y de sus hermanos mayores unos fracasados prematuros que solo sabían hablar, en el bar, de las historias tristes y delirantes de sus milis, sus únicos meses dotados de cierta emoción vital, triste e impuesta, pero emoción.


La Banda Trapera del Rio eran unos chicos que fueron engendrados en este entorno, y en él, mientras crecieron, capturaron toda la bilis de su existencia urbana y decadente.
Cualquiera sabe que les llevo a la música, pero así fué, y cuando se encerraron en un estudio a escupir a los micros todo lo que hervía en sus tripas, a buen seguro que su aliento derritió mas de un micro, les basto una hora y media para desparramar toda su verdad y plasmarla en un vinilo que hoy en día es espejo de la escasa actividad punk que se desarrollo en el estado, Eskorbuto o los primeros Siniestro Total se envenenaron del ácido edor que salía de sus gargantas de galipó y ferocidad reaccionaria.
La historia de la publicación de este disco tras innumerables problemas la contaremos quizás otro día, lo cierto es que tras un año macerando sus pútridos efluvios, estos terminaron saliendo a la luz en 1979, para cambiar un poco todo, para volar libres y limpiar, al menos en parte los corazones y los cerebros de aquellos chicos de Cornellá que depositaron en los surcos de su primer trabajo su vida hasta entonces, sus frustraciones y sus odios.
Y es que en "La Banda Traper del Río" cargan contra todo y lo analizan todo, la burguesía en el centro de la diana, son dardeados sin piedad en "No Dais la Cara", una descarga de electricidad saturada de resentimiento, ritmo atronador y vocalidad violenta.


Las clases medias también son atacadas con saña en "Venid a Las Cloacas" en la que describen con ironía y mala hostia las ciudades satélites que pretendían proporcionar una comodidad falsa a los nuevos obreros, con una realidad de barro en el suelo y mal olor de cloaca atascada, en similares posicionamientos vomitan la estupenda reseña antitodo: "Nos Gusta Cagarnos en la Sociedad"...
Amenazantes y despóticos contra el grueso del pelotón pseudocultureta de la época en "Eunucos Mentales" dispara con hiel en la voz y asfalto quemado en las guitarras, frases como "una hija de perra barata llamada sociedad" lo dicen todo. Con terrible realismo narra la incultura sexual de la época en la tremenda "Regla", donde se describe la llegada del periodo a una chica que despierta al sexo y a la posible maternidad, letra descarnada y guitarras asfixiantes en el que fue su primer single meses antes de la publicacion del LP.
Autoanálisis sombrío y cínico de su propia existencia en las sudorosas tormentas de guitarras distorsionadas en "Curriqui de Barrio" y "Nacido del Polvo de un Borracho y el Coño de una Puta" donde no hay hueco para el sentimiento filial o emotivo.
Un particular "Padre Nuestro", en un ejemplo de lo que habría de ser el punk practicado por La Polla Records poco tiempo después.
Cantando, por vez primera, en catalán, la fulminante y pantanosa "Ciutat Podrida" y la mas musical y estudiada "Confusion", dotada de una linea de bajo vertiginosa y enfermiza y unas guitarras que sin perder su ira parecen querer dar una tregua a la desesperanza que rige el álbum.
Imprescindible e histórico trabajo, pionero de un genero: el punk, y que hizo de lanzadera para otras bandas como las que alimentaron el Rock Radikal Vasco de los ochenta o la movida punk gallega y madrileña, no abrieron fronteras, las derribaron a base de cañonazos.
Además en sus arcadas vocales y en su hipocondríaca actitud hay un trozo de historia reciente de un país que paso por sombras y nubes negras que gente como esta ayudo a disipar a golpe de distorsión y rabia. Si ya lo conocéis, bueno es recordarlo, si no, conocerlo es, creo, necesario.

Comentarios

  1. Mi padre ha hablado siempre muy bien de esta banda, pero como habla de tantas , se me escapan a veces :)

    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues haz caso a tu padre Victor, este disco merece la pena musicalmente y como documento historico.
      Saludos.

      Eliminar
  2. Vaya pedazo de entrada te has marcado, amigo. Un agran lección. Me ha encantado su lectura.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues cuanto me alegro de que te haya gustado amigo mio.
      Un abrazo fuerte.

      Eliminar
  3. Junto con Burning marcaron un antes y un despues en la música moderna patria.

    ResponderEliminar
  4. Los conocía solo de oídas, tu entrada ha sido tan interesante que me ha hecho decidirme a escucharles y muy a gusto, por cierto.
    Buen finde, Addison.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que en la fibra psicológica de este disco hay un trocito de historia de este país, de triste y paranoica historia, ellos reflejan la realidad subjetiva de un sector de población en un momento muy concreto con una brutalidad descarnada irresistible, es punk, en mayusculas.
      Musica e histoira en uno, imprescindible Jane.
      Besos.

      Eliminar

Publicar un comentario