Dan Bern - "Songs Of Fall", 2014. Un tropezón.

No es la primera vez que el nombre de este cantautor aparece en esta humilde casa, convertido en uno de mis mas apreciados juglares, sus discos vienen siendo de recurrente escucha por servidor, que encuentra en la música de este multidisciplinar artista un punto intermedio en el camino que une el rock propio del Boss de hace unas décadas, el Dylan de sus polémicos inicios con los cables que electrificaron su folk desnudo de los primeros años y el sonido mas tradicional y familiar que se desprende de la habitual actividad de todo songwriter que se precie, sin olvidar un aire de elegante pop a lo Wilco o a lo Costello.


El año pasado en cambio nos sorprendió con un disco de tradición judía, "Hanukkah Songs", se trataba de un álbum dedicado por entero a la interpretación de canciones representativas del Hanukkah, festividad de la cultura, historia y religión judía, de gran importancia en esta comunidad y que cuenta con canciones de estilo y personalidad propia, como si fuesen nuestros villancicos. Se trata de un agradable álbum de corta duración y nutrido de bonitas y relajantes canciones dominadas por un estado de paz interior que lo hace sedante y disfrutable. Pero no es lo que uno espera de Dan Bern a tenor de lo ofrecido por el Iowa en los mas de tres lustros anteriores.


Ahora nos sorprende con un nuevo disco: "Songs Of Fall", publicado a mediados del pasado mes de febrero que si bien no esta atado a ningún tipo de disciplina tradicional o religiosa como su predecesor, tampoco es lo que se podría esperar de este cantante.
Aquí como en el precedente "Hanukkah Songs" la electricidad desaparece casi por completo de las fibras de su sonido, la percusión casi siempre invisible, cuando aparece adolece de mordiente rockera e incluso popera y la vocalidad de escaso brillo es la nota característica en los diez cortes que conforman el disco y que en seis ocasiones no alcanzan los tres minutos de duración, llegando la vocación de fugacidad al limite en tres cortes que bordean los dos minutos justos: "Mamath, Mantle and Me" no alcanza esta duración y se queda en 1:58 min., se trata de una especie de tema de connotaciones tradicionales, agradable melodía cantada en falsete y acústica desnuda acompañando a este sencillo e inofensivo corte. Poco mas de los dos minutos dura la saltarina y juguetona "Perfume City", una suerte de folk sosegado y de agradable recorrido que incorpora una percusión y un velo sonoro suave pero que enriquece el tema, recuerda a algúna composicion del setentero Paul Simon, un buen tema demasiado corto. Y dos minutos justos son los que tarda en desgranar con voz nasal Dan Bern el triste texto de "I Can't Bring Your Daddy Back" que se nos ofrece encerrado en una simple y efímera melodía acompañada de una acústica opaca.


Buena apertura tiene el LP con "On The Roof", uno de los temas mas destacados del mismo, acústicas y canto de cierta intencionalidad y tono serio que viaja a lomos de una melodía terca y seca que tiene personalidad y fuerza, una armónica evocadora y plañidera hace de único acompañante a las acústicas y voces que forman la textura sónica del tema.
Dylaniana, pero de las de antes de la corriente eléctrica, así, sin complejos y sin ocultar lo que es se entrega la sencilla y agradable "2nd Avenue", parecidos derroteros sigue la siguiente "Welcome (Madmen With Guns)", en este caso con menos inspiración melódica y cambiando al de Duluth por el Springsteen oscuro e introvertido de "Darkness...".
Curioso corte "Break Up The Usa", con una anodina letra en la que se van nombrando todos los estados de la Unión en una progresión melódica que empieza divertida y termina tediosa, nuevamente sin dotar a la melodía de apenas fibra sonica, floja en mi opinión.
Vuelve el Dylan pre-electrificación en la lenta y autocontemplativa "Forget Me Nots" un folk de manual que aburre mas que otra cosa.
Mas familiar a las texturas típicas de Bern parece "Isadora", nuevamente se queda floja sonicamente, pues a pesar de contar con una melodía agradable y fluida, no es lo suficiéntemente robusta para llenar por si sola la fibra dramática que a un tema de calidad se le supone.
Y la electricidad llega al final, para decirnos adiós con sones de guitarras dando un toque rockero a un medio tiempo bonito y luminosos que se titula "Birthday", tal vez la que mas me gusta junto con la de apertura.
Y hasta aquí hemos llegado, no alcanza la media hora el disco, escaso en cuanto a duración como lo es también en lo referente a peso especifico, trabajo menor de un artista que se muestra alejado de su estilo en lo que al sonido se refiere y sin alcanzar tampoco sus mejores momentos de inspiración melódica. Quizás una producción mas rica en matices y un trabajo de redondeo de algunas melodías unido a un mayor mimo en detalles puntuales hubiesen lucido un disco que no tiene demasiado donde agarrar y que resulta decepcionante para el que firma esta reseña, esperaremos nuevos trabajos de este estupendo artista que seguro se redime en próximos lanzamientos de este, en  mi opinión, tropezón.

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