Burning - "No Mires Atrás", 1993.

Mira que empezó bien la década de los noventa para los Burning: la sorpresiva incursión de los madrileños en una multinacional como Polydor, la grabación de la mano de esta del disco "En Vivo", (1991), que gozó de un más que considerable éxito alcanzando el disco de oro, hazaña a las que los de La Elipa no estaban demasiado acostumbrados la verdad, y la posterior gira del grupo por recintos de alto aforo, como palacios de deportes y similares, hacían suponer que el inmenso combo madrileño empezaba a recoger los frutos que una carrera de tal brillantez merecía.


Los ochenta fueron irregulares, empezaron con unos Burning casi estelares tras el éxito del gran álbum: "El Final de la Década", (1979) que les hizo famosos gracias al megaéxito "¿Qué hace una Chica Como Tu en un Sitio Este?" , que sirvió de banda sonora al film de Colomo de mismo título y similar éxito, comenzaban digo, los ochenta repitiendo experiencia en el cine, musicando la floja pero también exitosa "Navajeros", dirigida por el bilbaíno Eloy de La Iglesia, sobre la vida de El Jaro y que a menor intensidad les mantenía en un lugar privilegiado dentro del rock hispano con éxitos como "Mueve tus Caderas" o "Es Especial".
Después, el irregular "Perdido en el Amor", (1982), disco en el que su cantante, el extraordinario Toño Martín se hacía con la batuta de la banda y formaba un elepé a su medida, no resultando bien comerciálmente y creando además excisiones dentro de la banda, la cual abandona poco después sumergido en infinidad de problemas personales, (con Johnny), emocionales y sobre todo derivados del consumo de drogas, Burning nunca fueron lo mismo.
Pero no dejaron de ser Burning, El inolvidable Risi hizo piña con Johnny Cifuentes y volvieron a la carga con el espectacular "Noches de Rock & Roll", (1985), en el que la enorme calidad de los temas casi consigue que olvidemos la voz, insuperable y gloriosa de Toño, y que gracias a "Esto es un Atraco" y la infinita balada "Una Noche Sin Ti", les devolvía a la actualidad rockanrolera española, posicionándoles donde les corresponde, bajo los focos.
El resto de la década de los ochenta fue transcurriendo de forma mas bien silenciosa, discreta y desapercibida para el gran público, buenos temas jalonaban unos correctos discos, pero equivocados en sus producciones, así álbumes como "Hazme Gritar" o "Cuchillo" no conectaban con el público, y la banda se mantenía en forma gracias a su indómita actitud y a sus apabullantes actuaciones en vivo donde una legión de seguidores no les fallaba aunque sus vidas dependieran de ello.
Termina un poco mejor la la década gracias al stoniano "Regalos para Mama", (1989), que les devuelve gran parte del crédito dejado en el camino, que nunca perdido, y les pone en el punto de vista del mercado, poco después el fichaje por Polydor, el disco "En Vivo", grabado en Madrid con amigos y leyendas del rock patrio como Secretos, Rosendo, Antonio Vega, Miguel Rios o Joaquin Sabina, y vuelta al principio del presente artículo.
Lo cierto es que la alegría dura poco en casa del pobre, y todos sabemos como acaban los noventa para Burning...Primero, en la distancia sobreviene la terrible noticia de la muerte de Toño, víctima como no podía ser de otra forma del caballo en 1991, después el despido del sello multinacional a pesar del éxito logrado, y en 1996 la muerte de Pepe Risi, cruel e injusta La Dama Blanca, que de un tajo se llevo a la gloria mas carismática, canalla y barriobajeramente señorial de la historia del rock and roll de este país.
Que nadie se confunda, todo ello no pudo con Burning que continuaron bajo el pilotaje humilde y entregado del gran Johnny Cifuentes, quien nos acaba de obsequiar con un disco cojonudo titulado "Pura Sangre", (2013).


Pero entre el éxito del 91 tras la publicación de "En Vivo" y la desgracia que dejo desolado al rock español en 1996, Risi y Johnny nos dejaron este: "No mires Atras", (1993), disco en el que, con la figura de Toño en el recuerdo, sobrevolando los surcos del vinilo en todo momento, los Burning nos muestran toda la sabiduría adquirida durante estos años de altibajos, facturando su mas maduro y completo disco hasta entonces, entiendo que también hasta la actualidad.
Y que nadie me entienda mal, en "No Mires Atrás" no hay nada que sea ajeno a la sincera actitud y demoledora verdad de estos señores, no, sigue ahí todo, la barra de bar que de madrugada recoge los etílicos lamentos del duro del barrio, derrotado ante la verdad de su corazón y que desgrana su tristeza ante el último vaso, justo cuando la madrugada, como él, claudica desintegrándose ante las primeras luces del día incipiente, allí están también las chicas del club, con sus sonrisas lisonjeras y su lasciva actitud, siguen sus personajes de madrugada, de dolor y alegría disfrazada de neón.
Y están ellos, deslizándo sus osamentas por las arterias de la noche, detrás de la última gota de esperanza que descansa en el culo de algún vaso que espera su llegada en la barra de zinc de cualquiera de las tabernas del barrio que se niegan a apagar sus luces, están ellos recordando con lágrimas en los ojos al compañero que definitivamente partió, que ahora ya si que no volverá, que su voz se apagó, que no desapareció, eso nunca...
¿Cual es la diferencia?...Realmente ninguna, es simple y llanamente que aquí los Burning suenan a adultos, a hombres que han superado la simple y adictiva improvisación rockera que hasta ahora les arrastraba en cada tema. Ahora el blues y el soul entran a saco en sus voces, en sus guitarras, en sus teclas..."Te Quiero Tanto", "Jamas Te Arrepentirás", "Ojos de Ladrón" son temas de enorme calidad, sonde se funde en la misma cuchara la adictiva melancolía de los de La Elipa con la venenosa materia prima con que esta hecho el blues y el soul.



Los canallas que se pierden tras las caderas de la última mujer fatal, que realmente siempre era la misma, pero que aquí se ha hecho mayor, ya no es una choni, es una leona que vence con una aprendida clase a nuestros héroes, a los que la edad les empieza a hacer mella..."De Vicio" o "Coge la Onda" son temas de ritmo diabólico que se englosan en esta canallesca actitud tan Burning.


Los emperadores de la marginación salen de "Weekend" a un ritmo con mas barniz que antes, bajo el sol de una cuidada y equilibrada instrumentación, que no obstante suena a lo que tiene que sonar, a Risi, a Johnny...a Burning.
Siguen teniendo a las mujeres que menos les convienen en un pedestal y sus ojos líquidos y su semblante melancólico les imploran amor desde temas como "Estrella de Noche".


Resumiendo, los Burning empezaban ha hacerse adultos, que no viejos, ni responsables, ni conservadores...pero si sabios, las patadas dadas en tanto tugurio con Eric Burdon sonando en el viejo equipo tras la barra, las horas convinando bourbon con "Exile on Main Street", los años de desgastar cassettes de The Doors en el anticuado "loro" de la furgoneta que les lleva de bolo en bolo...todo eso se ha ido filtrando por la piel de nuestros colegas y ahora, cuando la vida baja una marcha en la palanca de cambios del corazón, empieza a salir por unos poros sudan actitud y rock, y blues y soul...
En este disco tenemos acompañando a Pepe y a Johnny a los actuales Burning, Nacho en la batería, Carlos Guardado al bajo y Edu Pinilla a las guitarras, estos tres dicen mucho y muy bien en el resultado de este tremendo disco, mi favorito de la banda, ¿porqué no decirlo?, y son hoy por hoy, 20 años después unos Burnings de pleno derecho.


Se certifica el nostálgico y tierno homenaje a Toño en una frase firmada por Risi, (solo por Risi, siempre me ha llamado la atención), que reza:
"¿Quién dijo que los hombres no lloran? Hoy quiero llorar contigo, contigo sumergirme en el mar de tus ojos y cantarte un blues. A mi hermano Toño con una sonrisa." (Risi).
Melancolía es la palabra que define este disco, homenaje discreto y nostálgico a Toño, y último elepé que vio la cara al inolvidable Risi...es el final de una época, el final de unos Burning que no volverán, aunque gracias a Dios (Johnny), nunca se han ido del todo.


Comentarios

  1. Un discazo que no se suele poner a la altura de sus clásicos, pero que lo está. De la hembra de la portada mejor no hablo… Buena y necesaria entrada, Addison.

    Abrazos.

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    1. En mi opinión siempre nos olvidamos de este disco cuando halamos de la discografía de Burning y nos quedamos en Noches de Rock and Roll...Nosotros los fans de los Burning somos la pera Gonzalo.
      Te debo visita tío, ando superiado.
      Un abrazo.

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  2. buen repaso a la carrera que Burning que en mi opinión tiene unos comienzos espledorosos pero poco a poco sus discos suenan desorientados, sin equilibrio con alternancia de temas memorables con bastantes vacuos. Parece el alumno que sabes que puede dar de más y muchas veces se queda en aprobado ramplon. . ESte disco que comentas es de los de notable. el último por lo escuchado aprobadillo.

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    1. El comienso de la banda es arrasador y luego pierde lustre, en especial en los ochenta facturan unos cuantos discos machacados con unas producciones horrendas que dan al traste con unas cuantas buenas canciones.
      Bienvenido a tu casa y ven cuando quieras amigo.
      Saludos.

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  3. Un disco a reivindicar que nunca se cita, como afirma Gonzalo. La portada es una pasada. Abrazo.

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    1. Pues asi es Johnny, este disco siempre se queda en el tintero y opino que es tan bueno como cualquiero de los primeros.
      Un abrazo.

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