Marijaia ha muerto, Viva Marijaia...- Crónica de unos días de fiesta...


¡Vivaaaaa!!!! coreaba el gentío que, bajo  la lluvia, aferraban sus manos con crispación a la baranda que les separa de las crecientes aguas de la ría, coreaban con emoción y cansancio, ambos reflejados en sus rostros y también en sus huesos, doloridos después de aguantar sobre sus estructuras nueve días de excesos, de horas de pie y caminando, y bailando y disfrutando... ahora toca pagar las consecuencias...coreaba el gentío con la temblorosa voz que la emoción impone a las gargantas, emoción que se desata al paso de Marijaia por la ría, sola, entregada a su suerte, a su destino, a su final, al fuego depurador y purgante de excesos, es hora de purificar el alma pecadora que durante algo mas de una semana no ha reparado en la necesidad de respetar los valores morales impuestos y ha decidido actuar con libertad, (a quien se le ocurre), y lo que es casi peor, con frenesí.


Una marcha fúnebre, que no deja de ser una versión orquestada del "Egoak" del gran Mikel Laboa, pero que con unos chelos que suenan a madera añeja ofrecen un efecto fúnebre y oscuro realmente efectista, es la melodía triste y agorera que acompaña a Marijaia, el resto es silencio, pena mezclada con alivio, pena por lo que supone de triste un funeral, el funeral de un viejo conocido que sabes portador de buenas cosas, y alivio por la marcha del mismo. que de continuar con su fatal influencia conseguirá que acabes mal, o demasiado bien no lo se...
No obstante en cada rostro triste se esconde, tras la mirada impávida a la orgullosa figura de Marijaia navegando hacia el fuego, se esconde decía, la sonrisa socarrona de quien sabe que esto no es definitivo, que dentro de unos meses Marijaia resurgirá de sus cenizas y  nos hará su anual visita, llenando la ciudad de confeti, música, vasos de plástico vacíos y papeles de bocadillos devorados con voracidad a medianoche, nos visitará inundando el aire de humo de toro de fuego y petardos, de agua de aspersor madrugador que da alivio al parterre en los arrasados jardines bilbaínos, de chorros de agua que escapando de la manguera del sufridor operario de la limpieza intenta reparar los estragos creados en los suelos y mobiliarios de la ciudad, para que, en unas horas puedan volver a ser mancillados por el grueso del pelotón que, un día mas, desea hacer de estos días inolvidable frenesí, merecido esparcimiento y pecador abandono a los deseos de la carne y el vino.
Pero ahora estamos de funeral, y la marcha por la ría es inexorable, triste y oscura, pero feliz y aliviadora, todo ha salido bien, la ciudad a vibrado, a disfrutado y se ha desahogado, se ha olvidado de los problemas y ha dado la espalda a los terribles acontecimientos que asolan el mundo, que destrozan la inexistente aunque pretendida y presumida reputación del ser humano, del ser humano...
Hoy vuelta a la rutina, a la reparadora rutina, con los reflejos dorados del fuego aún haciendo brillar las retinas de los bilbaínos y visitantes, aún con el aliento fatigado de los excesos, aún con los poros exalando suspiros de abusos convertidos en vida, recuerdos e ilusiones...
Marijaia ya no esta, su sitio ahora sera cubierto por otras figuras menos queridas, menos agradables y mas lascivas, tenebrosas y desesperanzadoras...las figuras de los políticos, que recuperan su cetro con avaro afán de protagonismo, y desde el volveran a degradarnos con sus mediocridades y sus exibiciones publicas de indecorosa ambición personal disfrazada de vocación de servir, ¿de servir?, ¡jajajaja!!!, servir si pero, ¿A quien?, a nosotros no. También vuelven a ocupar sus espacios los inefables comentaristas y tertulianos, pedantes y mediocres seres que se creen perfectos desde sus tronos de comunicación, creando opinión, (esa frase es terrible, crear opinión en la gente...madre mía) cetros que no dejan de ser incómodas sillas plegables de currela entregado y humillado a un sueldo.
Agentes sociales, presentadores de noticias, corredores de bolsa, abogados que pasean sus trajes por las avenidas centrales de la ciudad dejando tras de si un incomodo aroma de chanel y soberbia... resumiendo... el día a día de una ciudad, que en el año 2013, y a pesar de todo, no deja de seguir latiendo bajo su caparazón de asfalto y baldosas, observando indefensa las debilidades con las que ese día a día alimenta su corazón de aluminio, ese corazón que, enfermo y humillado ha adquirido la forma de cámara acorazada de algún banco poderoso, en la que se encuentran millones, sobre todo en degradación, las venas que distribuyen las suciedades de la sociedad mas depravada y de reputada burguesía y que no son sino las cloacas de la ciudad que hacen de hogar a la sucia y olorosa sangre putrefacta de los podridos que estos últimos nueve días se han ocultado en sus segundas residencias, no osando mezclarse con la gente de bien, con los bilbaínos que amamos la vida mas que el dinero y los trajes de Gucci...
El día a día... pero, ¡que nos quiten lo bailao!, lo bailao, y lo bebido y lo comido y lo disfrutado...
Por eso anoche, bajo la lluvia Bilbao, un año mas se agolpo a las orillas de la ría para rendir homenaje a la mas fiestera y popular de las bilbaínos, a Marijaia que se va pero...¡volverá!!!
¡Gora Marijaia, Gora Aste Nagusia!


Comentarios

  1. Que te la has gozado vaya!!! Pues ahora, antes de que llegue la próxima Aste Nagusia , te quedan un mogollón de Rock and Rolles empezando por este finde amigo Addi, ya puedes reciclarte durante la semana de tus escesos de estas fiestas para hacer sitio a los siguientes jajaja!!!!
    Besazos

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  2. Carolynn: Lo hemos intentado pasar lo mejor posible, conjugando curro y fiesta, cuando se ha podido claro, en cuanto al reciclaje no te preocupes que me verás el finde totalmente reciclado, o eso o pal arrastre jejeje...
    Para el finde estaremos preparados para rockear no te preocupes.
    Besos...

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